viernes, 2 de abril de 2010

La Segunda Guerra Mundial


Al término de la Primera Guerra Mundial, ningún país quedó conforme con los resultados derivados de ésta y mucho menos de los países vencidos como Alemania, que se sintió humillada por los acuerdos establecidos en el Tratado de Versalles.
Durante el periodo transcurrido entre las dos guerras mundiales, de 1919 a 1939, Italia y Alemania se habían fortalecido mediante el establecimiento del fascismo; mientras que la Unión Soviética consolidaba el socialismo.
Los países capitalistas occidentales, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, se alarmaron al principio ante el triunfo del sistema socialista soviético. Se decidieron entonces a apoyar la política expansionista de nazi, creyendo que Hitler atacaría a la Unión Soviética y destruiría al socialismo.
La URSS tenía muy en claro que que, tarde o temprano, Hitler invadiría su territorio; procedió a mantener la seguridad colectiva mediante un llamado en que advertía sobre el peligro que corría el mundo ante la amenaza nazi.
Todas estas controversias, y los intereses monopólicos de las grandes potencias, propiciaron la aparición de nuevas alianzas o pactos de no agresión.
Meses después, en agosto se suscribió el Pacto Germano-Soviético de no agresión. No obstante las diferencias ideológicas entre ambos firmantes y sistemas, el pacto favorecía a Alemania porque, de esta manera, sólo tendría un frente contra quien luchar al iniciar la guerra.
Ya en la guerra, se estableció el Pacto Tripartito en septiembre de 1940, que ratificaba la ayuda militar entre los países del Eje Berlín-Roma-Tokio. Dicha alianza fue posible debido a la afinidad en los regímenes de los tres países, a la común rivalidad contra Inglaterra y Francia, a que concordaron políticas anti comunistas y en las pretensiones expansionistas que, a estas alturas ya se proclamaban abiertamente: Alemania deseaba posesionarse de Europa; Italia aspiraba a poseer el Mediterráneo y África; y Japón, el sudeste asiático y el Pacífico.
Al último surgió el bloque de los Países Aliados de Francia, Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética. Apareció en plena guerra y fue para combatir los países del Eje, a los que consideraban el mayor peligro al que se enfrentaba la humanidad.
Entre las alianzas más importantes pueden encontrarse las siguientes:
  • En 1934, Polonia firmó un pacto de no agresión con Alemania con la finalidad de salvaguardar su soberanía.
  • Francia, Checoslovaquia y la Unión Soviética pactaron para ayudarse mutuamente, en caso de una agresión alemana, en 1935.
  • Mussolini y Hitler, en 1936, establecieron el Eje Roma-Berlín para ayuda recíproca. Asimismo, Alemania y Japón firmaron el pacto de Anticominter. Italia se agregaría al año siguiente, esto con el propósito de aislar a la URSS.
  • En mayo de 1939, Italia y Alemania firmaron el pacto de Acero; buscaban ayudarse militarmente en caso de una guerra.
Desarrollo del conflicto bélico

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se caracterizó por provocar una enorme pérdida de vidas humanas y de bienes materiales, como por el hecho de mostrar un avance técnico espectacular puesto al servicio de la guerra.

Las principales causas que concurrieron para que se suscitara este conflicto bélico fueron:
  • El Tratado de Versalles. Los términos y condiciones impuestos a Alemania por su responsabilidad en la Primera Guerra Mundial fueron considerados como humillantes. Cuando Hitler ascendió al poder, hizo caso omiso de estos acuerdos.
  • Mientras que Francia temía el rearme el rearme y expansionismo alemán, Inglaterra y Estados Unidos toleraban la política nazi por sus tendencias anticomunistas.
  • La crisis de 1929. Las consecuencias económicas y sociales que padeció Europa propiciaron que los Estados intentaran controlar de manera absoluta los aspectos de la sociedad y se desarrollaran sistemas totalitarios.
  • La política expansionista de los nuevos Estados totalitarios. Ya lograda la estabilidad interna, estos países iniciaron una política exterior imperialista que chocó con los interese de las potencias liberales de occidente.
  • Japón extendió su influencia sobre Formosa, Manchuria, Corea, Mongolia y las islas Sajalín, Marianas, Carolinas y Marshall.
  • Italia, por su parte, invadió Etiopía, Albania y participó en la Guerra Civil española.
  • Alemania remilitarizó la Renania, se anexó Austria,Checoslovaquia y participó, también en la Guerra Civil española.
Los elementos mencionados se conjugaron para que el primero de septiembre de 1939 estallara la Segunda Guerra Mundial. Alemania invadió Polonia que sucumbió ante la poderosa Blietzkrieg o Guerra Relámpago en muy pocas semanas.
La agresión a Polonia motivó que Inglaterra y Francia declararan la guerra a Alemania.
La Unión Soviética Invadió Finlandia y se anexó los países bálticos porque constituían un área estratégica de seguridad. Durante 1940, Alemania continuó con sus acciones bélicas: ocupó Dinamarca y Noruega, aseguró el control del Mar del Norte y bloqueó la posible ayuda inglesa. En mayo, los tanques y la aviación de Alemania tomaron Bélgica, Holanda y Luxemburgo, obligando al ejército inglés, que los auxiliaba, a batirse en retirada.
Esta operación facilitó la derrota de Francia, en junio del mismo año, y la obligó a firmar el Armisticio donde se establecía la división de su territorio: la zona norte o del Atlántico bajo control alemán; la sur o mediterránea, bajo el gobierno incondicional del general Philippe Petain, quien auxilió al alemán en su ataque contra Inglaterra.
Desde Inglaterra el movimiento de resistencia Francia Libre, dirigido por el general Charles de Gaulle, enviaba ayuda a su país. Basados en el empleo de guerrillas, los franceses de esta agrupación no cesaban de inquietar a los alemanes.
En julio, Hitler puso en práctica la "Operación León Marino", con la que lanzó masivos bombardeos sobre las principales ciudades inglesas, sugiriendo un anticipo de invasión; plan que fracasó porque la aviación inglesa contó con el empleo del radar en sus maniobras y, principalmente, por la tenaz resistencia del pueblo británico.
Mussolini, por su parte, declaró la guerra a Francia e invadió Gracia y Libia, en donde sufrió serias derrotas, Hitler decidió ayudarlo: primero, ocupó Yugoslavia y Grecia, pues contaba con la alianza de Hungría, Bulgaria y Rumania; después, fortaleció sus posiciones en África al enviar a Erwin Romel -conocido como el Zorro del Desierto- y su África Korps, que recuperó los territorios del norte africano.
Ante el fracaso con Inglaterra, Hitler invade la URSS con su Operación Barbarroja, en junio de 1941. Pretendía la aniquilación de las ciudades de Leningrado, Moscú y Stalingrado, además de ocupar la región triguera de Ucrania y la Zona petrolera del Cáucaso.
Finalmente, la operación fue un fracaso porque los soviéticos pusieron en marcha el plan Tierra Quemada que se presentaban batallas a los nazis y luego se replegaban; de esta manera cedían espacio pero ganaban tiempo a la llegada del invierno mortífero para los alemanes, que evidentemente no estaban acostumbrados a combatir en tan extremas condiciones.
La resistencia del pueblo soviético se prolongaría hasta inicios de 1943 cuando las victorias empezaron a estar de su lado.
Fue entonces cuando iniciaron su avance contra Berlín y lograron liberar a los pueblos europeos orientales del dominio nazi.
En el Pacífico, en diciembre de 1941, Japón, sin previa declaración de guerra, atacó la base norteamericana de Pearl Harbor, en las islas de Hawai. De esta manera, se declaraba la guerra a Estados Unidos e Inglaterra; Alemania e Italia tuvieron que solidarizarse con Japón.
Hasta ese momento, Estados Unidos se había mantenido neutral aunque facilitaba ayuda económica y bélica a los aliados. Con la participación de Estados Unidos en la guerra, se convirtió en el arsenal de las democracias, como lo afirmara el presidente Roosevelt.
A partir de 1943, las victorias de los aliados fueron como sigue: en Europa, los soviéticos derrotaron a los alemanes; en África, los ingleses y los norteamericanos vencieron a los italianos y alemanes; y en el Pacífico, los norteamericanos dominaron a los japoneses.
Estas victorias propiciaron la reunión de los Tres Grandes: Franklin D. Roosvelt, presidente de los Estados Unidos; Winston Churchill, Primer Ministro inglés; y José Stalin, presidente de la URSS, en la ciudad de Teherán en Irán, entre el 28 de noviembre y el primero de diciembre de 1943.
Entre los acuerdo más importantes figuraba la apertura del Segundo Frente de occidente, para atacar por dos frentes a Alemania y propiciar la derrota definitiva.
Inglaterra y Estado Unidos prolongaron la apertura hasta observar que los soviéticos hubiesen avanzado sobre Europa oriental.
Con la apertura del Segundo Frente, el 6 de junio en 1944, conocido como el Día "D", desembarcaron los ejércitos anglo-norteamericanos sobre Normandía para liberar a Francia y Bélgica e iniciar el ataque sobre Alemania por el flanco occidental, mientras los soviéticos lo hacían por el oriente.
Con estas acciones, finalmente se lograría la capitulación incondicional de Alemania el 2 de mayo de 1945.

Rendición de las fuerzas del Eje y los tratados de paz

Ante la proximidad de la derrota de Alemania, los Tres Grandes se reunieron nuevamente en Yalta, URSS, en febrero de 1945. Allí acordaron el asalto final y la división de Alemania en zonas de ocupación.
Hitler se suicidó el 30 de abril y para el 2 de mayo se firmaba la capitulación incondicional de Alemania. Mussolini había sido fusilado el 18 de abril y de esta manera quedaban eliminados los dos países del Eje.
En el Pacífico, entre tanto, las tropas niponas resistían.
En el mes de julio se reunieron nuevamente los Tres Grandes; esta vez asistió Harry S. TRuman como presidente norteamericano ante la muerte de Roosevelt; Clement Attlee, primer ministro inglés, en lugar de Churchill, quien había sido derrotado en el Parlamento; y José Stalin en Postdam, muy cerca de Berlín. Allí acordaron establecer las zonas de ocupación sobre el territorio alemán, además de crear el tribunal de Nuremberg para castigar a los criminales de guerra nazis. También se fundó un organismo que velara por la paz mundial y, por último, se decidió enviar un ultimátum a Japón para exigir su rendición.
Japón desatendió este ultimátum y el presidente Truman ordenó lanzar la bomba atómica contra el Imperio del Sol Naciente. El 6 de agosto de 1945 caía la primera bomba sobre la ciudad de Hiroshima y el 9 se lanzaba otra sobre Nagasaki. Ante esto, Japón firmó su capitulación el 2 de septiembre y de esta manera se concluía la guerra.
Una vez finalizado el conflicto mundial, las potencias buscaron consolidar un acuerdo de paz único. No lo consiguieron porque sus intereses resultaron contradictorios, sobre todo ahora que Estados Unidos poseía la tecnología de la bomba atómica.

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