La historiografía consiste en las diferentes formas en que se aplica el método histórico para analizar los acontecimientos humanos desde distintos enfoques o métodos de interpretación histórica.
La escuela alemana
Georg Wilhelm Hegel (1770-1831), uno de los más importantes representantes del idealismo alemán, fue el primer filósofo en colocar a la historia en el centro de su reflexión. Mediante el método dialéctico, concibió el proceso lógico de la historia como una continuidad progresiva que había de conducir al absoluto. De acuerdo a Hegel, la forma concreta de la libertad es el Estado, creación del funcionamiento racional del espíritu y forma suprema en que se desarrolla la idea de moralidad.
Leopold von Ranke (1795-1886), considerado el más importante de los historiadores y teóricos alemanes del siglo XIX. Afirmó que la tarea del historiador consistía en decir "lo que exactamente pasó" y proponía la utilización de un método más objetivo. Para Ranke la historia debe ser escrita sólo con documentos de primera mano. Así, el historiador no debe tener otra ambición que la reconstrucción de los que realmente sucedió. Ranke da prioridad al a historia política y diplomática, analizando los Estado de Europa como entidades espirituales.
Positivismo
Creado por Auguste Comte (1798-1857), parte de una concepción de las ciencias experimentales basada en el empirismo. Consiste básicamente en dos sistemas de operaciones: 1) el establecimiento de los hechos, y 2) su explicación a través de las leyes, aportadas por la sociología. Comte veía a los hechos históricos como únicos e irrepetibles.Cada hecho era considerado por separado y capaz de ser comprobado por un proceso de investigación. Desde esta perspectiva la historia se convertía en ciencia, aunque le correspondía a los sociólogos establecer las generalizaciones o leyes científicas. Otra característica de la historia positiva era la idea de que las ciencias sociales compartían las mismas características de las ciencias naturales.
Materialismo histórico
Karl Marx (1818-1883), filósofo alemán, fue el creador de una teoría que llegaría a conocerse como materialismo histórico. La importancia de la obra de Marx descansa en haber señalado el factor económico como fundamental en la historia, enriqueciendo como un nuevo punto de vista la comprensión del proceso histórico. Mediante la aplicación del método dialéctico de Hegel, Marx creyó haber descubierto el motor de la historia, que para él debería referirse a algo concreto, existente en forma material en la realidad social, y no a un elemento ideal como creía Hegel. Según la dialéctica de Marx, todas las cosas de la realidad existen y fucionan en razón de una constante lucha de contrarios, es decir, la oposición entre tesis y antítesis que conduce una síntesis, de acuerdo a la filosofía hegeliana. Sólo que para Marx, la lucha de contrarios no ocurre en el ámbito del espíritu nacional, sino en la realidad concreta de la vida social. De esta manera, Marx postula que la lucha de clases es el motor de la la historia que ha generado los cambios en el pasado de la humanidad durante su proceso evolutivo.
Escuela de los Annales
Esta escuela francesa sustituyó la historia política, biográfica y narrativa, por una historia económica social y mental, con pretensiones de historia total. Propuesta por Marc Bloch y Lucien Febvre en sus inicios, fue continuada por Jacques Le Goff y otros, entre 1969 y 1989, con el desarrollo de la historia de las mentalidades.
Características principales:
- La creencia en el carácter científico de la historia, advirtiendo que es una ciencia en construcción y afirmando la necesidad de plantear hipótesis y convertir la "historia narración" en "historia problema de investigación".
- El debate crítico permanece con las ciencias sociales, de las cuales la historia tomó problemáticas, conceptos, métodos y técnicas, incluyendo la cuantificación sistemática.
- La ambición de una síntesis histórica global de lo social, en rechazo a la historia de los acontecimientos aislados.
- El abandono de la historia centrada en hechos aislados y la adopción de una historia que privilegie los aspectos colectivos, sociales y cíclicos de los socio-histórico, en lugar de centrarse en los individuos, élites dominantes y hechos irrepetibles.
- Apertura en lo concerniente a las fuentes, abandonando la idea exclusivista de aceptar sólo documentos escritos (típico del positivismo), a favor del reconocimiento de la importancia de la tradición oral, los vestigios arqueológicos, la iconografía, etc.
- La toma de conciencia de la existencia de múltiples niveles del tiempo histórico.
- La preocupación por el espacio en estrecha relación con la geografía humana. En este aspecto destaca la "geohistoria" de Braudel, y la sólida tradición de estudios de historia regional.
- La historia, vista como "ciencia del pasado" y "ciencia del presente" a la vez, como forma de conciencia que permite al historiador una mejor comprensión del presente.
La nueva historia
Relacionada con la escuela de los Annales, surgió en Francia a finales de la década de 1970 a partir de una colección de ensayos dirigida por el medievalista Jaques Le Goff. Basada en la idea de que todo es historia, se interesa por estudiar aspectos que anteriormente se consideraban ajenos a la ciencia histórica. Estudia también la historia desde abajo, es decir, las actividades de la gente común y su contribución al cambio social.
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