viernes, 21 de mayo de 2010

La intervención francesa en México

Al terminar la Guerra de Reforma en 1861, Juárez encontró prácticamente al país en bancarrota, la Hacienda pública se hallaba agotada; es decir no podía solventar las deudas internas y externas que eran muy grandes para el país. Las dificulatades económicas obligaron al gobierno de Juárez a suspender el pago de la deuda por un plazo de dos años; dando así el pretexto, para la intervención de potencias extranjeras contra México.

La deuda exterior que México tenía hasta 1861, era: con Inglaterra 69 millones 994 mil 544 pesos; con España 9 millones 460 mil 986; y Francia 2 millones 800 mil763 pesos. Estos países convocaron una reunión en Londres, el 31 de octubre de 1861, para estudiar el problema mexicano. El resultado de esta reunión fue la "triple alianza" o la "intervención tripartita internacional". Los aliados acordaron mandar flotas con tropas, para intervenir en caso necesario; bloquearon los puertos del Golfo de México en diciembre de 1861 y enero de 1862, pero comprometiéndose a no intervenir en la política interna. Esta situación favoreció al vencido partido conservador, que veía en la intervención extranjera, la única salida para acabar con los liberales.

Juárez envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Doblado, quien logró un acuerdo con los representantes extranjeros, llamado Pacto de Soledad, según el cual, los intervencionistas reducirían sus pretensiones a solamente el pago de los debido. Las representaciones de Inglaterra y España aceptaron las proposiciones, llegaron a un rápido arreglo y el 9 de abril de 1862 declararon rota la alianza, ordenando el regreso de sus tropas. En cambio Francia, desconoció los preliminares del Pacto de Soledad y con intenciones de invadir a México se rehusó a firmar los convenios; ya que Napoleón III, emperador de Francia, se había comprometido con los conservadores a patrocinar el establecimeinto de un imperio; las tropas francesas comenzaron a avanzar al interior del territorio nacional.

Francia decidida a una guerra intervencionista, ocupó Orizaba para iniciar la penetración del país, en abril de 1862. Asimismo, se procedió a organizar la defensa del país. El general Ignacio Zaragoza fue designado Jefe Supremo de Fuerzas mexicanas. El general se situó en las cumbres de Acultzingo, para impedir el avance del enemigo. Los franceses, venciendo la resistencia que les opusieron las tropas liberales, la cruzaron y llegaron a San Agustín del Palmar. Zaragoza reagrupó su ejército en los fuertes de Loreto y Guadalupe, que defendía la ciudad de Puebla. El 5 de mayo de 1862, los franceses dirigidos por el conde Lorencez, atacaron vigorosamente en tres asaltos que fueron heroicamente rechazados , por consiguiente la victoria fue para los liberales dirigidos por Zaragoza.

El "invencible" ejército francés, había sido derrotado por los mexicanos. Napoleón III, no tardó en enviar 30 mil soldados más y cambiar a sus dirigentes, entregando el mando  al general Federico ELias Forey. El ejército mexicano se volvió a concentrar en Puebla, pero sin el general Zaragoza, quien había fallecido de tifo en septiembre de 1862. Juárez designó en su lugar al general González Ortega.

Los franceses iniciaron el sitio en Peubla en marzo de 1863, que se extendería hasta el 19 de mayo, cuando el ejército francés vence al mexicano. El 10 de junio es tomada la capital de la república y Juárez inicia un peregrinar por todo el país para poner a salvo el gobierno legítimo de México.

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